Hay cientos de miles de niños y adolescentes en situación de calle en Venezuela

Datos de Cecodap estiman que más de 841.000 menores están separados de sus padres por la migración, por abandono o por orfandad

REDACCIÓN CENTRAL

Fotoleyenda: Imagen referencial de archivo publicada por «Clímax» de «El Estímulo. Foto: Cristian Hernández (@fortunecris).

Miércoles 17 de agosto de 2022

La miseria generada por el «socialismo» chavista muestra a diario su cara más cruel en los niños y adolescentes que deambulan por las calles de Venezuela, a la vista de todos.

Datos de Cecodap estiman que más de 841.000 menores están separados de sus padres por la migración, por abandono o por orfandad.

Es patente que no hay ciudad grande o pequeña, pueblo, urbanización, barriada o comunidad donde no se les vea, generalmente en pequeños grupos, removiendo basura, recogiendo chatarra o mendigando.

Viven de los desechos y de la caridad o solidaridad: de las ollas solidarias de iglesias y ONG’s; o de trabajos tan duros como el de «charlero», que vende baratijas, o canta, o hace «performances» o malabarismos; o lava parabrisas o carros en lugares públicos; o caletea y hace mandados en los mercados populares; o escarba en los basureros, los enormes de las ciudades o los pequeños en las comunidades.

Los retenes para menores que han incurrido en delitos, los refugios, las casas hogares, los orfanatos, están repletos; pero la mayoría son niños y adolescentes de la calle, jóvenes de la patria, juventud de la basura: recuestan la cabeza en escondites o donde los agarra la noche, casi siempre acosados por policías, pandilleros, o por los jefes de calle del Psuv que no quieren ver vagos ni locos en sus territorios

El grueso de los registrados en las investigaciones e informes de Cecodap, que calcula más de 841.000, son los hijos de los emigrantes que han dejado a sus hijos menores al amparo de familiares o parientes, incluso simples allegados supuestamente caritativos.

Este subgrupo de nuestra niñez y juventud, aparte de no contar con el cuidado directo de sus padres, sufre maltratos y abusos, incluso sexuales, y muchos están en manos de gente que sólo está interesada en las remesas que llegan del exterior.

El estudio de Cecodap está basado en conteos hechos desde hace algunos años y concluyen que esta calamidad ha venido aumentando en los últimos 10 meses, entre 2021 y 2022.

Y los venezolanos que trabajan y recorren las calles y avenidas de ciudades o pueblos venezolanos saben que la niñez y juventud abandonada se debe contar en cientos de miles de seres humanos abandonados por sus familias y por el estado socialista.

La violencia en las familias y barriadas causa que muchos escapen de sus casas y prefieran sumarse a un grupo, cuyos miembros rotan casi a diario sus sitios de pernocta, que incluye parques, plazas, quebradas, puentes, techos de instalaciones comerciales o deportivas e inmuebles abandonados.

Las denuncias sobre maltrato, abusos, delitos sexuales y ataques con violencia, incluso con armas, contra estos ciudadanos venezolanos, también han venido aumentando, según Cecodap y otras organizaciones seglares o religiosas.

El abogado Leonardo Rodríguez, exdirector de la Red de Casas de Abrigo Don Bosco, declaró recientemente que los albergues y casas hogares que sostiene el régimen no llegan a 30 en todo el país, como consecuencia de la «situación económica».

Es decir, la fulana «recuperación económica» a la que hacen tanta propaganda el oficialismo y sus allegados y enchufados no llega a estos cientos de miles de niños y adolescentes, ni a los sin techo, ni a los con techo.

Cientos de miles de razones para que los galácticos eternos dejen de llamarse como se llaman y sean llamados «desalmados».

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